En todo esto es muy importante tu juego interior, el juego interior es el que tienes que practicar y mejorar.
Como decía al principio, a veces quedamos atrapados por nuestros pensamientos, debemos de parar esa “loca de la casa” qué genera tanto sufrimiento en nosotros.
Cuando sientas que tus pensamientos parásitos empiezan a proliferar es momento literalmente de parar.
Detente y busca un lugar tranquilo, puedes meterte en una habitación apartada, quizás en una silla, o a los pies de la cama, en una posición cómoda, esto para darte ese momento de respiro, siéntate y observa esta actividad mental sin juzgarla, solo observa…
- Ve hacia adentro, cierra tus ojos pon atención en la respiración y repite:
“Aquí y ahora nada de eso está pasando y esta sensación, como todo lo demás, también va a pasar”
- “Inhala y exhala conscientemente, observando como entra y sale el aire”
- Observa y cuenta cada ciclo respiratorio completo al terminarlo
- Haz esto, al menos, 7 ciclos completos
Si te distraes, es perfectamente normal, solo lo regresa a la sensación del aire entrando por la nariz.
Cuando hacemos esta pausa consciente se abre la claridad y podemos poner esa distancia crítica ante las situaciones que permite tomar elecciones cotidanas de forma más consciente.